sábado

Un lugar al abrigo de los vientos


Me había propuesto terminar el año de la misma forma en que lo comencé: disfrutando del plácido silencio que inunda los espacios que realmente amo. Lugares secretos en los que me puedo perder cuando quiero disfrutar del aleteo de mis mariposas.

Pero me he dado cuenta de que, esté donde esté no puedo huir de mi misma; y por tanto dejar de escuchar  el mundo, no va a impedir que oiga la  voz de mi propio corazón...

Así pues, he decidido alzar los ojos y sonreir.

En el inevitable balance que me deja este año, no puedo menos que considerarme una persona afortunada. Por mi vida ha pasado gente singular que me ha ayudado a poner en valor las cosas sencillas; he disfrutado compartiendo risas con mis amigos, aprendiendo de las lecciones que nos regala la interacción de unas vidas con otras, he llorado de emoción, y he tenido mil motivos para soñar. He viajado a rincones desconocidos de la condición humana. He recibido abrazos intensos, protectores y amigables... y besos cómplices de momentos, que ya forman parte de mi particular colección de recuerdos imprescindibles.

Y he vuelto a ver el mar.

Gracias a todos los que me habéis acompañado en este camino hacia mi misma, que aún continúa; Ítaca no sería tan hermosa de no haber podido compartirla con vosotros. Gracias por buscarme para evitar mi ostracismo temporal, por respetar mis ausencias, por ayudarme a superar mis equivocaciones. Por disfrutar conmigo de los aciertos.... y por seguir a mi lado, en los momentos en que quise bajar los brazos y tumbarme en la hierba a disfrutar de un sol que no había.

Sois el abrigo de mis vientos, y la energía de mis mañanas... por ello, quizá, merece la pena abrir la ventana cada día y permitir que el aire me despeine otra vez, y otra...

Y por dejarme ser como soy: tan cabezota como afectiva, tan exigente como insegura y tan dependiente de algunos afectos como rebelde ocasional, y

Por todo lo que aún nos queda por compartir......

                                                                             Os quiero.