Ayer la vida pasó frente a mi, mientras estaba sentada tomando café.
Levanté la cabeza para echar una ojeada alrededor y me pareció que todo lo que estaba a mi lado era el mismo déjà vu de siempre... La misma situación habitual de cada mañana; idénticos personajes en el escenario que me acoge a esa hora del día.
Y entonces pensé que también las cosas más sencillas, las más evidentes y previsibles, llevan consigo una historia que no siempre podemos entender, porque de tan cotidiana nos pasa desapercibida.
...... Pero ayer no fui capaz de imaginar cual...y me hubiese encantado, desde luego.
Sólo pude fijarme en una pareja que compartía desayuno en la barra, y que tranquilamente -sin prisas- parecía analizar el ir y venir de quienes no podemos permitirnos disfrutar de la calma que a ellos les sobra.
Y entonces entendí que en medio de todo aquello, seguro que me había perdido algo....
Tengo que regresar: no puede estar muy lejos...