sábado

Una tarde de abril


El tiempo pasa frente a mis ojos sin que pueda hacer nada. Los recuerdos envuelven mi memoria y me hacen sonreir con nostalgia, o llorar de emoción. La vida misma, se presenta frente a mi una vez más, convirtiendo mi reposo en un incesante déjà vu.

Pero me gusta  abrazar la tarde sentada junto a la ventana, disfrutando del sol que declina tras las ramas de los abetos, mientras tímidamente van abriendo las rosas...

Es sin duda, la mejor opción para disfrutar de una tarde de lluvia. De una tarde cualquiera de abril...