Imagínate que cada uno de nosotros es el hilo de uno de estos bastoncitos de madera.A veces en arrinconado a un lado sin saber por qué.A veces pinchado con agujas sin explicación.A veces en actividad frentética, de un lado para otro.Pero... fíjate, movidos por unas manos dulces, seguras y cariñosas que saben perfectamente que movimiento es el que corresponde en cada momento para que el resultado sea un bello encaje.Sólo tienes que hacer, lo que te toca hacer, cuando te toca hacerlo, no anudarte y... déjate llevar.Quizás no es un pensamiento profundo, pero recomendable en casos de agotamiento.
